¡Para muestra bien vale un retal! La exploración como ejercicio creativo para inspirar tus proyectos textiles

A todas nos pasa que a veces nos quedamos paradas cuando no sabemos cuál será el próximo proyecto que ocupe nuestras manos. A veces, incluso, este parón puede convertirse en abandono; pero… ¿y si te dijera que existe un ejercicio súper fácil y divertido que despertará tu inspiración y hará tus proyectos textiles más creativos?


Obviamente, estoy hablando de las muestras. Seguro que ya me lo escuchaste más veces, pero no me canso de repetirlo: las muestras son ideales para romper el hielo y pasar a la acción cuando no sabes qué crear a continuación, pero además son un ejercicio creativo repleto de beneficios.

¿Qué es una muestra y para qué sirve?

Una muestra es un pequeño trozo de tela o tejido, dependiendo de la técnica que practiques, que básicamente sirve para probar distintos elementos como los materiales o las puntadas escogidas antes de pasar al formato final.

Esto nos permite comprobar si todo sale como queríamos o es necesario hacer algún ajuste, además de evitar maltratar la superficie de trabajo haciendo y deshaciendo porque no nos gusta el resultado final.

Por eso siempre recomiendo empezar un proyecto nuevo haciendo una (o varias) muestras; porque aunque al principio te pueda parecer que estás perdiendo el tiempo, en realidad lo estás ganando. Créeme, empezar tus proyectos haciendo una muestra te va a ahorrar más de un dolor de cabeza.

Pero, además de ayudarte a tomar decisiones como, por ejemplo, cuál es el hilo más apropiado para un proyecto concreto, incorporar las muestras a tu práctica creativa es un ejercicio que te beneficiará en más de un aspecto:

Beneficios de crear muestras

Cuando hablo de incorporar las muestras a tu práctica creativa, me refiero a utilizarlas como un ejercicio en sí mismo, sin que necesariamente estén relacionadas con un proyecto concreto.

¿Por qué? En primer lugar porque, al tratarse de retales o tejidos pequeños, son muy rápidas de hacer y esto da una excusa cada día para enhebrar una aguja y ponerte manos a la obra.

En segundo lugar, también por ser un formato más pequeño que el habitual, hay menos presión por el resultado: si sale mal, no pasa nada, se ha invertido poco tiempo y esfuerzo en hacerla (incluso a veces pueden quedar incompletas sin que suponga un gran problema).

Pero, además, al no haber un objetivo concreto, las muestras son ideales para dejar volar nuestra imaginación y poco a poco acercarnos a resultados más creativos y originales.

Las muestras nos invitan a jugar y divertirnos creando sin la presión de alcanzar un resultado determinado y así nos permiten probar cosas nuevas, incluir materiales poco convencionales, explorar combinaciones fuera de lo común…

Y, sobre todo, las muestras son ideales para mejorar la técnica; porque practicar es lo que va a hacer que tus manos ganen soltura, destreza y confianza ¿De qué sirve aprender un montón de puntadas si después no te salen bien o no sabes dónde o cómo aplicarlas? Practicar con muestras, explorar nuevas posibilidades, ahí es donde está el verdadero aprendizaje.

muestras experimentales de bordado a mano con hilo blanco

Cómo escoger los mejores materiales para tus muestras

En caso de que estés haciendo la muestra de algo concreto, los materiales a utilizar serán los que quieras emplear en ese proyecto: hilos, telas, etc. Se trata de probar cuáles son los más apropiados para el resultado que quieres conseguir.

Pero si estás usando las muestras como un ejercicio de exploración creativa, ahí las posibilidades son infinitas. Empieza con los materiales que tengas a mano, restos de otros proyectos, y poco a poco irán apareciendo nuevas ideas fuera de lo común.

¿Has probado a bordar sobre papel? ¿Quieres reciclar una sábana vieja? ¿Sientes curiosidad por los tintes naturales pero no sabes dónde aplicarlos? Todas estas preguntas son la excusa perfecta para hacer una muestra.

Ideas para tirar del hilo y empezar a crear

Como ves, casi cualquier pregunta puede convertirse en el disparador creativo para una muestra (como comentamos más arriba, al no haber un objetivo concreto puedes hacer lo que quieras); pero la que a mí más me gusta en pensar «qué pasaría si…»

Ya sabes que la necesidad agudiza el ingenio y a veces la inspiración surge al preguntarte «qué pasaría si en lugar de esto utilizo lo otro» porque no tienes a mano el material que te gustaría o «qué pasaría sin el lugar de hacer el punto así lo hago asá» porque no te sale bien una variante concreta. Cualquier idea que se dispare con la pregunta «qué pasaría si…» es bienvenida para hacer una muestra.

Lo mejor de todo es que las muestras, en su aparente sencillez, muchas veces se convierten en el punto de partida para futuros proyectos. Así que ahora ya sabes, cuando no sepas qué hacer… ¡haz una muestra!

Ponlo en práctica y después me cuentas, vale?

Un abrazo grande,

Logotipo Estudio Vero Novoa

Si te ha gustado este artículo, suscríbete para recibir más contenidos:

Deja un comentario